Estos días estamos siendo
testigos de la tan famosa Reforma Laboral llevada a cabo por el Gobierno. A
todos nos han contado de qué trata y en qué temas profundiza, pero lo que no
sabemos – o no quieren que sepamos – es el objetivo último de esta Reforma.
Pues bien, NDnomics ha ido dando
pinceladas estos últimos días en las diversas redes sociales en las que tiene
presencia – Facebook, Twitter- acerca de esta nueva entrada que trata de
explicar de modo sencillo y comprensible para todos los lectores, lo que considera
que hay tras dicha Reforma.
Si dijésemos que el objetivo de la
reforma, tiene poco o nada que ver con el mercado laboral sonaría raro. Si
dijésemos incluso que la manera de mejorar la situación por parte gubernamental
creará paro con total seguridad en el corto plazo, sonarían voces de protesta.
Pero dediquen unos minutos a entender lo que a continuación exponemos y vuelvan
a pensarlo.
La primera de las características
de la economía española a destacar es la competitividad. Para medirla nos hemos
hecho eco de los datos que ofrece el gobierno de España sobre el
ámbito. En el gráfico siguiente se
muestra el índice de tasa de competitivad del Estado respecto a la Unión Europea
de los 17 y respecto a la de los 27.
Sin embargo, y para que no se equivoque el lector, el
aumento del indice supone un descenso de la competitividad exterior de la
economía española.
Así, el gráfico muestra cómo en
la década de los 90, con la entrada de Inversión Extranjera Directa en el país
(se da la apertura total del Estado a la Unión Europea) se consiguió el cambio
en la industria española consiguiendo una mejora de la competitividad.
No obstante, y desde mediados de
esta década, la competitividad exterior ha estado sufriendo un constante empeoramiento.
Esto es, y lo que a NDnomics le parece una conclusión preocupante: España es, y
cada vez más, menos competitivo que el resto de sus vecinos. Lo cual, le coloca
en una situación de desventaja. En una mala posición.
La importancia de la variable reside en que
gracias a ella se puede observar si el Estado en cuestión es demandante u
oferente de financiación. Cuando las exportaciones son mayores a las
importaciones el dinero que sale del país es mayor que el que entra, luego ese
gasto adicional tiene que ser financiado por el exterior.
En el caso español los datos se
presentan en el siguiente gráfico realizado a partir de los datos del
INE :
En el mismo, y como hecho a
destacar, se observa que España tiene un déficit de la Balanza Comercial
crónico. Esto es, sus exportaciones son netamente mayores que sus importaciones
desde hace décadas
Además y desde mediados de la
década de los 90 se ha incrementado de forma más que destacable el déficit de
la Balanza Comercial, es decir, se encuentra en una situación de necesidad
respecto al exterior.
Por último, para demostrar algo más esta dependencia,
destacamos la Inversión Extranjera Directa en España, apoyados en los datos del
Banco Mundial:
En el gráfico se observa que la Inversión
Extranjera no ha supuesto una cuantía importante hasta principios de los 90,
pero lo ha hecho de forma más que evidente a mediados de dicha década. Como
anécdota, queda observar la caída que sufrió la variable a estudio entre
2007-2008, esto es, con el comienzo de la crisis
subprime, lo cual es ejemplo del problema adicional que puede tener un país
de estas características cuando la situación económica es desfavorable.
Resumiendo, hemos de
decir que España es menos efectiva que sus vecinos. Necesita
del extranjero para seguir su actividad económica, lo cual no es necesariamente
negativo. Lo que es perjudicial es la necesidad tan excesiva de inversión
que recoge el país ya que le debilita más en caso de una mala coyuntura
económica. Las causas pueden ser muchas, pero desde NDnomics creemos que se
basa principalmente en la especialización de la economía en sectores muy
intensivos en mano de obra, principalmente en la construcción.
Sitúense;
España, 2012. Balanza comercial deficitaria. Esto es, en la ecuación que
mostramos al final del párrafo, las segundas ganan a las primeras, por tanto,
es más lo que España compra en el extranjero que lo que un extranjero adquiere
de nuestro país, por tanto, el gasto es mayor que el ingreso.
Exportaciones –
Importaciones < 0
Para tener mejor posicionamiento
en el mercado internacional, podemos actuar sobre tres variables: el tipo de cambio de nuestra
moneda con las divisas extranjeras, la mejora de nuestra competitividad con el
extranjero y el nivel de precios.
Si desechamos la
primera de las alternativas – la moneda que manejamos es común para la UEM y
por tanto, el único que puede actuar sobre el valor relativo de una moneda con
respecto a otra es el Banco Central Europeo- y dado que la competitividad no se
puede mejorar en el corto plazo, nos
queda influir sobre el nivel de precios.
Para mejorar nuestra situación
frente al exterior por esta vía, deberemos hacer que nuestros productos
resulten más atractivos, es decir, que a iguales características, sus precios
sean menores y por ende, los consumidores los adquieran en España.
Esto se puede ilustrar mediante
una sencilla fórmula:
P(EUR)
Donde,
-
E (€/$): Tipo de cambio del euro respecto del
dólar. Es decir, cuántos euros debemos entregar para adquirir una unidad de
moneda extranjera, esto es, 1$. Si este tipo de cambio aumenta, entonces
estaremos en una situación en la que para adquirir 1$ cada vez hay que entregar
más euros, por lo que si eso ocurre, se dice que el euro se deprecia frente al
dólar (y lo contrario sucede con el dólar, que se aprecia frente al euro). Esto
tiene efectos directos sobre la competitividad de Europa en relación a EEUU,
que empeorará.
-
E ($/€): Tipo de cambio del dólar respecto del
euro. Esto es, cuántas unidades de moneda doméstica debemos entregar para
adquirir 1€. Al igual que en el caso anterior, el dólar se aprecia cuando este
tipo de cambio disminuye y se deprecia cuando aumenta, y por tanto, la
competitividad se verá directamente afectada.
-
P(USA): Nivel de precios de Estados Unidos
(tomado como ejemplo para ilustrar esta opción).
-
P(EUR): Nivel de precios de Europa (donde se
halla inmersa España).
Dado que lo único en lo que
podemos influir en dicha fórmula es en el nivel de precios de Europa (en
nuestro caso, de España), comencemos a operar. Si bajamos los precios
españoles, el ratio de precios americanos y europeos aumentará y manteniendo el
tipo de cambio del dólar con el euro constante- no podemos actuar sobre esta
variable-, el resultado final que obtenemos es una depreciación de nuestra
moneda respecto a la moneda extranjera (es decir, E(€/$) aumenta). ¿Y a dónde
nos lleva este razonamiento? A que ahora es más barato comprar en España y por
tanto, hemos conseguido mejorar nuestra situación competitiva.
Por tanto, si España quiere
mejorar su situación comercial internacional, deberá tratar de bajar precios
para resultar más atractivo con el exterior. Pero esto nos lleva
ineludiblemente a tener en cuenta el mercado laboral.
La literatura económica, promulga
que una bajada de los costes salariales beneficia al consumidor debido a que
los precios descenderían. Eso es lo que intenta hacer el Gobierno español. Es
aquí donde entra en juego la Reforma Laboral.
Si decimos que España ha de bajar
sus precios para lograr más competitividad – y sanear la Balanza Comercial (que
nos lleva a una necesidad del exterior) vista en los gráficos-, esto llevará a
la bajada de los salarios y a una mayor facilidad para el despido que sin duda,
en el corto plazo, incidirá en las tasas de paro, aumentándolas.
Sin embargo, desde NDnomics no tenemos claro
que una disminución de los costes laborales acarree una disminución de los
precios que hiciese más apetecible nuestros productos. Por tanto, a nuestro
parecer, lo que se consigue con esta reforma es una mayor maniobrabilidad de
las grandes empresas de forma que estas tengan mayor confianza en el país y se
instalen en el mismo, aunque esto no favorezca a la mayoría de los habitantes
del país – dado que causa desempleo-.
Además, y como ya han publicado diferentes
fuentes existe la posibilidad de
mejorar la competitividad basadas en reformas fiscales.
NDnomic$